Santa Teresita del Niño Jesús

Patrona de las Misiones y de Infancia Misionera, su fiesta fue el 1° de Octubre, y aunque un poco tarde, nos parecía que había que decir algo de ella.

Teresita fue una niña muy sencilla y humilde. Desde chica se destacó por su gran devoción y amor a Jesús. Su mamá falleció cuando era muy pequeña y sus hermanas ingresaron al Carmelo. Así que cuando tuvo 15 años, luego de sortear algunos obstáculos, pudo entrar ella también en el convento de las Carmelitas Descalzas. Allí pasó el resto de su vida, hasta los 24 años, cuando falleció.

Hoy queremos destacar 3 aspectos que nos parecen los más importantes en la vida de Teresita: la ORACIÓN, el CAMINITO ESPIRITUAL, y su VOCACIÓN.

La oración es uno de los rasgos distintivos de Teresita. Rezaba especialmente por la conversión de los pecadores, por los sacerdotes y por los misioneros. Dice Teresita:

“Para mí, la Oración es un impulso del corazón, una simple mirada dirigida al cielo, un grito de agradecimiento y de amor, tanto en medio del sufrimiento como en medio de la alegría. En una palabra es algo grande, algo sobrenatural que me dilata el alma y me une a JESÚS."

 

Su caminito espiritual nos enseña que Dios está en todas partes y consiste en hacer con AMOR las pequeñas cosas de cada día.

“Mi caminito es el camino de una infancia espiritual, el camino de la confianza y de la entrega absoluta”

En cuanto a su vocación, no hace falta aclarar nada, sólo basta con escuchar sus propias palabras:

“Tengo la vocación de apóstol. Desearía anunciar al mismo tiempo el Evangelio en las cinco partes del mundo, y hasta en las islas más remotas…”

”¡Oh, Jesús, amor mío!… Por fin he hallado mi vocación, ¡mi vocación es el AMOR!

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